Germinados de lentejas
Por Madelaine Vázquez Gálvez
En estos tiempos en los que la
humanidad está enfrentando una pandemia sin precedentes, el regreso a la madre
Tierra y a las técnicas ancestrales adquiere una connotación especial. Es por
ello que en estos momentos muchas personas son proclives a realizar en casa
labores que propician su sostenibilidad alimentaria. Es muy loable constatar
cómo se ha propagado en esta etapa la elaboración de conservas, platos tradicionales, féculas de harina de
yuca o plátano, condimentos y frutos secos, así como la preparación de frijoles
germinados. Todos estos productos devienen expresión de sabiduría y necesidad
de ampliar nuestro espectro de hábitos y prácticas alimentarios.
En el caso de las geminaciones se
conoce que desde hace milenios los asiáticos
recomendaban el consumo preferente de brotes o frijoles germinados para lograr
vivir más de 100 años. Los germinados son uno de los pocos alimentos que
ingerimos cuando aún están vivos, lo cual aumenta enormemente su valor
nutricional y capacidad antioxidante.
Los granos y las
legumbres recién germinados contienen una gran cantidad de clorofila,
vitaminas, minerales, oligoelementos y otras sustancias vitales. Entre las
vitaminas pueden ponerse como ejemplo las contenidas en los brotes de trigo:
vitaminas del complejo B (incluye la B12), y las vitaminas A, C, E,
ácido fólico y pantoténico, además de colina. También poseen calcio, hierro,
magnesio, cobre, cinc, yodo, potasio, junto a los aminoácidos esenciales que el
cuerpo necesita para formar las proteínas necesarias para restaurar sus
tejidos.
Por su facilidad de
obtención en casa, se describe la tecnología de los germinados, aplicable a
diversas semillas y granos como la del trigo, lino, girasol, alfalfa, quinoa,
ajonjolí, mungo, mijo, mostaza, soya,
rábano, frijoles (colorados, negros, blancos, gandul y caballero), maíz,
lentejas, entre otros.
Por su fácil
reproducción en casa se propone el empleo de las lentejas como frijol base, reconocida
por sus notables valores nutricionales. Se plantea que 100 gramos de lenteja
germinada tienen 8,96 gramos de proteína, 0,55 gramos de grasa, 22,1 gramos de
carbohidratos, 11 miligramos de sodio, 67,34 de agua y 106 calorías. Además,
contiene algunas importantes vitaminas como vitamina B-9 (100 mg), vitamina A
(45 mg) y vitamina C (16,5 mg).
Para hacer los
germinados de lentejas se necesita: Un frasco de
boca ancha, una gasa para cubrir la boca del frasco, una banda elástica (liga)
y media taza de lentejas. Un aspecto clave es que la lenteja provenga de
fuentes seguras, es decir, que no haya sido procesada con productos químicos y
que haya sido cultivada de forma orgánica. Ello significa que la semilla será
viable, lo cual garantiza la germinación. Lo pasos de elaboración son los
siguientes:
1. Lavar y seleccionar las lentejas.
2. Colocarlos en un frasco de vidrio de boca ancha,
perfectamente limpio.
3. Cubrir con agua a temperatura ambiente.
4. Dejar en remojo durante 4 horas hasta que las lentejas
se hidraten (para otros granos se emplean hasta doce horas). Posteriormente, se
debe cubrir el pomo con la gasa y ajustar la liga a la boca del pomo; colocar
el pomo tapado en un sitio donde reciba luz indirecta, y esté ventilado.
5. Luego de hidratados, eliminar el agua, enjuagar y
dejar los granos escurridos dentro del pomo. Este paso resulta esencial, pues
de ello depende que los granos mantengan la humedad requerida y no se cubran de
moho; por ello el agua de su enjuague debe siempre eliminarse, para que estén solo ligeramente húmedos. Algunas
personas los enjuagan y no botan el agua, lo que es un error que impide la
realización exitosa de este proceso, pues se producen mohos y sustancias
adversas.
6. Repetir esta operación dos o tres veces al día hasta
que, generalmente, al tercer o cuarto día, las germinaciones ocupen el espacio
interior del recipiente. Otros granos germinan a partir del quinto día.
7. Antes de consumir se deberán lavar bien y eliminar
ligeramente los residuos de la piel de la semilla.
8. Conservados en frío, los brotes detienen el proceso
de crecimiento y se pueden guardar durante varios días sin que se afecten su
sabor y propiedades.
Los brotes de lentejas se preparan
en preparan en ensaladas, para acompañar sopas, arroces combinados, tortillas,
revoltillos y emparedados; se utilizan como relleno de pizzas, en chop suey, para elaborar guisos con
diferentes tipos de salsas. También se pueden elaborar los llamados «jugos
verdes» o smoothies, con diversas
frutas y vegetales como naranja, toronja, zanahoria, platanito, etcétera.
Finalmente, los germinados
representan una opción viable en casa, tanto del punto de vista nutricional
como económico. Vale destacar que se logra multiplicar el volumen de alimentos
disponibles si se tiene en cuenta que a partir de una taza de granos se pueden
obtener hasta seis tazas de germinados. Por otra parte, su valor nutricional se
potencia durante este proceso. Los germinados son alimentos para todos los
tiempos; sin embargo, en las actuales circunstancias de pandemia representan sin
duda un verdadero regalo natural.
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