Intervención del Ministro de Salud Pública en la 73a Asamblea Mundial de la Salud
Redacción MINSAP
Estimado director general, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus; distinguidos ministros y ministras de Salud;
La COVID-19 es un reto global, que no distingue fronteras, ideologías o niveles de desarrollo, ha puesto a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo y nuestra capacidad de respuesta ante eventos epidémicos.
Cuando en Cuba se diagnosticaron los primeros casos, el pasado 11 de marzo, ya se aplicaban medidas del Plan Nacional elaborado en consonancia con los protocolos y buenas prácticas de la Organización Mundial de la Salud. Su seguimiento diario, ha permitido reforzar la vigilancia epidemiológica, garantizar el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de la enfermedad en la Mayor de las Antillas.
Su implementación se apoya en un sistema de salud gratuito y resiliente, con un indicador de 9,0 médicos por cada mil habitantes que permite una cobertura al 100% de la población; y también en una industria médico-farmacéutica y biotecnológica, con productos novedosos para el tratamiento de la enfermedad como el interferón alfa 2B, los anticuerpos monoclonales, el péptido CIGB 258 y el Surfacen. Gracias a ello se ha logrado que el país esté actualmente en un escenario favorable en el enfrentamiento a la pandemia.
Sin descuidar en ningún momento la responsabilidad de proteger a nuestro pueblo, no hemos abandonado la vocación solidaria de la Revolución Cubana. Más de 2300 colaboradores, organizados en 26 brigadas médicas del Contingente Henry Reeve, contribuyen hoy en la lucha contra esta enfermedad en 24 países. A ellos se suman los más de 28 mil profesionales de la salud que ya se encontraban en 59 naciones.
Este gesto solidario no han podido impedirlo ni el genocida bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, cruelmente recrudecido, ni los intentos de la administración de ese país para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica internacional cubana.
Ningún país por sí solo puede enfrentar esta pandemia, se requiere de una respuesta mundial, sobre la base de la unidad, la solidaridad y la cooperación multilateral renovada.
Cuba reitera a la OMS y a sus estados miembros, la disposición de cooperar y compartir nuestras modestas experiencias.
Muchas gracias.
Intervención del Ministro de Salud Pública en la 73a Asamblea Mundial de la Salud
Redacción MINSAP
Estimado director general, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus; distinguidos ministros y ministras de Salud;
La COVID-19 es un reto global, que no distingue fronteras, ideologías o niveles de desarrollo, ha puesto a prueba los sistemas sanitarios de todo el mundo y nuestra capacidad de respuesta ante eventos epidémicos.
Cuando en Cuba se diagnosticaron los primeros casos, el pasado 11 de marzo, ya se aplicaban medidas del Plan Nacional elaborado en consonancia con los protocolos y buenas prácticas de la Organización Mundial de la Salud. Su seguimiento diario, ha permitido reforzar la vigilancia epidemiológica, garantizar el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de la enfermedad en la Mayor de las Antillas.
Su implementación se apoya en un sistema de salud gratuito y resiliente, con un indicador de 9,0 médicos por cada mil habitantes que permite una cobertura al 100% de la población; y también en una industria médico-farmacéutica y biotecnológica, con productos novedosos para el tratamiento de la enfermedad como el interferón alfa 2B, los anticuerpos monoclonales, el péptido CIGB 258 y el Surfacen. Gracias a ello se ha logrado que el país esté actualmente en un escenario favorable en el enfrentamiento a la pandemia.
Sin descuidar en ningún momento la responsabilidad de proteger a nuestro pueblo, no hemos abandonado la vocación solidaria de la Revolución Cubana. Más de 2300 colaboradores, organizados en 26 brigadas médicas del Contingente Henry Reeve, contribuyen hoy en la lucha contra esta enfermedad en 24 países. A ellos se suman los más de 28 mil profesionales de la salud que ya se encontraban en 59 naciones.
Este gesto solidario no han podido impedirlo ni el genocida bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, cruelmente recrudecido, ni los intentos de la administración de ese país para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica internacional cubana.
Ningún país por sí solo puede enfrentar esta pandemia, se requiere de una respuesta mundial, sobre la base de la unidad, la solidaridad y la cooperación multilateral renovada.
Cuba reitera a la OMS y a sus estados miembros, la disposición de cooperar y compartir nuestras modestas experiencias.
Muchas gracias.
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