Un estilo de vida lento pero seguro
El pasado sábado, 26 de octubre,
se celebró, en el Mercado Orgánico del Viejo San Juan, el Conversatorio Speak your Mind, Make Health Happen,
junto a un exquisito panel compuesto por apasionados expertos en el tema de la salud
y el bienestar, entre ellos: María Benedetti, etnobotánica, Nilsa Eberhart, terapista
zen shiatsu, Iván Quintero, agricultor orgánico, Carmen Robles Herrea, sicoterapeuta
e instructora de danza terapia, Brooke Leason, doctora en naturopatía, Karla
Durán, eco-empresaria e instructora de yoga, María I. Suarez, chef de alimentos
integrales, Leslie E. Domínguez, sicoterapeuta y neuro-coach, y Magha García,
socióloga y bio-agricultora. Con
este foro se abre una serie de charlas concernientes a establecer comunidades dirigidas
a restituir el balance físico-emocional, social y ecológico. Los panelistas ofrecieron enfoques
diversos, aunque con una misma voz.
Se reconoció la importancia de
educar a nuestra comunidad, en especial a los niños, para que a pesar de la
distancia y limitación de acceso al campo, puedan tener una estrecha relación
con el mundo natural, ya sea al tener un huerto casero, visitar un parque o mercado
orgánico o por medio de su conexión con parientes que aún conserven tradiciones
agrícolas. Al preguntársele a cada
panelista si entendía que la isla
de Puerto Rico estaba enferma, qué diagnóstico le daría y cuál sería su
tratamiento, Benedetti comentó: “La Isla tiene un Alzheimer colectivo ya que
hemos olvidado nuestra tradición botánica que nos ofrece medicina gratis en un
contexto que nos ofrece sanar a la vez que fortalecemos nuestra conexión con la
naturaleza, con nuestras comunidades y con nuestras familias. Tenemos una ventaja sobre otros pueblos,
somos gente que celebra la vida, bailamos, reímos, cantamos. Creo que lo que
hay que retomar para nuestra salud y bienestar colectivo es RECORDAR, RESCATAR
y RETOMAR la tradición boricua de MEDICINA VERDE”.
De igual forma, otros panelistas
coincidieron en el diagnóstico “isla enferma” y reconocieron la importancia de
educar a las comunidades y exponerlas a prácticas sencillas y naturales como
comer de manera saludable, practicar ejercicios como el yoga, recibir masajes
que ayuden a desintoxicar el cuerpo y manejar el estrés, y danzar para sanar,
entre posibles herramientas que le ofrezcan a los habitantes de la Isla un
ambiente seguro para enaltecer su evolución en consciencia espiritual. Domínguez insistió en que debe existir
un esfuerzo educativo bio-psicosocial, con enfoque en la espiritualidad
holística para definir lo que nos une y podamos trabajar y relacionarnos desde
el amor, ya que entiende que hay una carencia o falta de amor entre la mayoría
de los habitantes del país. A su
vez, Quintero enfatizó la importancia de optar por la autogestión para
garantizarnos comida local, fresca y limpia, y apoyar un estilo de vida lento a
lo Slow Food, e igualmente dar a
conocer el Slow Healing como
alternativa de vida saludable y feliz.
El evento se ofreció por parte de
Slow Food Boricua en colaboración con el Mercado Orgánico del Viejo San Juan y
avalado por Slow Food Internacional con el fin de comenzar a crear comunidades
que modelasen conductas a favor de mejor salud física, mental y emocional. Es tiempo de usar las herramientas de
cambio disponibles.
Un estilo de vida lento pero seguro
El pasado sábado, 26 de octubre,
se celebró, en el Mercado Orgánico del Viejo San Juan, el Conversatorio Speak your Mind, Make Health Happen,
junto a un exquisito panel compuesto por apasionados expertos en el tema de la salud
y el bienestar, entre ellos: María Benedetti, etnobotánica, Nilsa Eberhart, terapista
zen shiatsu, Iván Quintero, agricultor orgánico, Carmen Robles Herrea, sicoterapeuta
e instructora de danza terapia, Brooke Leason, doctora en naturopatía, Karla
Durán, eco-empresaria e instructora de yoga, María I. Suarez, chef de alimentos
integrales, Leslie E. Domínguez, sicoterapeuta y neuro-coach, y Magha García,
socióloga y bio-agricultora. Con
este foro se abre una serie de charlas concernientes a establecer comunidades dirigidas
a restituir el balance físico-emocional, social y ecológico. Los panelistas ofrecieron enfoques
diversos, aunque con una misma voz.
Se reconoció la importancia de
educar a nuestra comunidad, en especial a los niños, para que a pesar de la
distancia y limitación de acceso al campo, puedan tener una estrecha relación
con el mundo natural, ya sea al tener un huerto casero, visitar un parque o mercado
orgánico o por medio de su conexión con parientes que aún conserven tradiciones
agrícolas. Al preguntársele a cada
panelista si entendía que la isla
de Puerto Rico estaba enferma, qué diagnóstico le daría y cuál sería su
tratamiento, Benedetti comentó: “La Isla tiene un Alzheimer colectivo ya que
hemos olvidado nuestra tradición botánica que nos ofrece medicina gratis en un
contexto que nos ofrece sanar a la vez que fortalecemos nuestra conexión con la
naturaleza, con nuestras comunidades y con nuestras familias. Tenemos una ventaja sobre otros pueblos,
somos gente que celebra la vida, bailamos, reímos, cantamos. Creo que lo que
hay que retomar para nuestra salud y bienestar colectivo es RECORDAR, RESCATAR
y RETOMAR la tradición boricua de MEDICINA VERDE”.
De igual forma, otros panelistas
coincidieron en el diagnóstico “isla enferma” y reconocieron la importancia de
educar a las comunidades y exponerlas a prácticas sencillas y naturales como
comer de manera saludable, practicar ejercicios como el yoga, recibir masajes
que ayuden a desintoxicar el cuerpo y manejar el estrés, y danzar para sanar,
entre posibles herramientas que le ofrezcan a los habitantes de la Isla un
ambiente seguro para enaltecer su evolución en consciencia espiritual. Domínguez insistió en que debe existir
un esfuerzo educativo bio-psicosocial, con enfoque en la espiritualidad
holística para definir lo que nos une y podamos trabajar y relacionarnos desde
el amor, ya que entiende que hay una carencia o falta de amor entre la mayoría
de los habitantes del país. A su
vez, Quintero enfatizó la importancia de optar por la autogestión para
garantizarnos comida local, fresca y limpia, y apoyar un estilo de vida lento a
lo Slow Food, e igualmente dar a
conocer el Slow Healing como
alternativa de vida saludable y feliz.
El evento se ofreció por parte de
Slow Food Boricua en colaboración con el Mercado Orgánico del Viejo San Juan y
avalado por Slow Food Internacional con el fin de comenzar a crear comunidades
que modelasen conductas a favor de mejor salud física, mental y emocional. Es tiempo de usar las herramientas de
cambio disponibles.
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